Los lectores habituales de este blog ya sabéis que, en varias ocasiones, hemos abordado el tema del futuro de los medios de comunicación, un futuro incierto por diferentes factores a los que no termina de adaptarse. Es evidente que el periodismo, los periodistas y los medios de comunicación deben reinventarse, deben prestar más que nunca atención a lo que ocurre a su alrededor para encontrar esa fórmula que les permita sobrevivir.
Reflexionando con un poco de tranquilidad, son varias las claves que, a mi entender, están marcando el presente y serán fundamentales en el futuro:
– Evidentemente, lo primero es la inmediatez: las redes sociales y los medios online dan la noticia en el mismo momento en que se produce, sin pasar muchos veces por el filtro de un periodista, lo que no siempre es bueno: son muchos los casos en los que medios de comunicación han metido la pata por querer ser los primeros en dar una noticia, olvidándose de contrastarla. Esa inmediatez ya es irremediable, la necesitamos, se ha metido en nuestras vidas, pero no debe ser perjudicial ni para el periodismo ni para los medios de comunicación.
– La información ya no nos rodea, nos invade: tenemos un exceso de información, que muchas veces no buscamos y no nos interesa. Como medios de comunicación, ¿cómo podemos canalizar toda la información de forma que ofrezcamos a cada usuario lo que le interesa?
– La forma de consumir información ha cambiado, por lo que la forma de presentarla también debe ser distinta. La movilidad es la clave: los smartphones y tabletas son los más usados por la población para consumir noticias, por lo que los medios de comunicación deben adaptarse a esta nueva realidad presentando la información de una forma atractiva y fácilmente consumible por el lector.
– ¿Dónde lee la gente la información? ¿Qué plataformas usa para estar informado? Lo de acudir a la web de un medio de comunicación tiene los días contados, y ahora plataformas como Facebook News atraen al gran público. ¿Qué relación deben tener con ellas? ¿Saben realmente usarlas?
– Y, como última clave, un aspecto crucial que muchas veces parece olvidarse: queremos información gratis pero ¿quién paga a los periodistas? ¿quién corre con los gastos de oficinas, internet, luz, investigación, etc? ¿Por qué no estamos dispuestos a pagar por artículos de calidad que nos interesen?
Como ya hemos señalado en alguna ocasión, esto es un trabajo de las dos partes, y sin un esfuerzo por parte de ambas todos saldremos perdiendo. ¿No os parece?